Saturday, 30 May 2020

Alfred Lewis Vail

La historia no recuerda a quienes estuvieron comprometidos con el desarrollo, sino al que primero lo vocifera, al que corre con apuro a gravar su patente, al que llama sin contratiempo a todos los medios a presentar "La novedad", recuerda al vendedor de la idea, sin importar el sudor derramado por otros.
No recuerda a todos aquellos incansables trabajadores, apoyados de codo a codo en su banco de trabajo, lugar donde se libran las verdaderas batallas tecnológicas, ni aquellos que se duermen, cansados, sumidos en su pensamiento y que despiertan al día siguiente con la solución al problema
Vaya, y es nuestro deseo, este humilde reconocimiento a todos ellos, a todos aquellos triunfadores de banco de trabajo, que casi desapercibidos, son  los verdaderos inventores.

Alfred Lewis Vail.

Don Alfred Vail, nació en Morristown, Nueva Jersey, en 1807, hijo de un próspero metalúrgico Neoyorquino, la Speedwell Ironworks, una importante acería, donde nuestro  héroe comenzó a trabajar, ganando grandes habilidades manuales con lo metalúrgico, hasta el año 1832.
Por ese entonces, abandona la fábrica de su padre para ingresar a la univesridad de la ciudad de Nueva York, donde estudiará Teología, por su devoción prebiteriana.

En 1837, asiste a su vieja universidad para presenciar una demostración de transmisión de señales por medio de la electricidad. El que exponía era nada más que Don Samuel Morse.
Vail queda impresionado y después de la exposición le propone a Morse perfeccionar el experimento a cambio de un 25% de las ganancias del desarrollo.

El padre de Vail, les asigna un sector dentro de su fábrica para desarrollar el prototípo, el cual es desarrollado hasta el más mínimo detalle. Mientras tanto, Morse se encarga de todos los asuntos de marketing, inversores, reuniones con congresistas del gobierno y todo lo relacionado a la promoción y venta de un sistema efectivo de comunicaciones.

Mientras tanto, Alfred Vail, junto a sus colaboradores y su propio hermano, logran refinar cada dispositivo hasta la terminación a nivel comercial, por su puesto, con todos los costos a su cargo.

Vail logra la terminación y diseño del,primer manipulador telegráfico, el primer recibidor a contragolpe, las conmutadoras de circuitos, las subestaciones de relays, hilos tipo Litz, aisladores y todo lo necesario para su producción en masa.
Recibidor Vail, a contragolpe.

Manipulador Vail.




Antiguo afiche de la época.



En Enero de 1837, desde los talleres Speedwell Ironworks, Vail instala y transmite su primer mensaje telegráfico a una distancia de 3 Km. Su primer mensaje fue: "A PATIENT WAITER IS NO LOSER", siendo éste sin lugar a dudas, el primero en transmitir un mensaje telegráfico a distancia.

Morse, al tanto del trabajo su socio, apura el proyecto con subsidio del congreso de 30.000 dólares y para 1844, logran su primer linea oficial de comunicaciones entre una oficina ubicada en el congreso en Washington y una estación de ferrocarril en Baltimore, una distancia de 60Km, con total exito, hecho oficial que quedó en los anales de la historia.

Vail, sigue trabajando para Morse con la distribución del tendido telegráfico naciente, realizando aportes notables aportes tecnológicos.
Alfred, jamás figuró en las patentes de sus propios hallazgos. Su recompensa fue el poder ser testigo de los enormes beneficios para la humanidad de sus propios inventos, cosa que concuerda con su gran esprirtualidad.

Morse, reconoció su capacidad creativa y laboriosa ofreciendole siempre cargos altos dentro de la creciente companía telegrafica, la Magnetic Telegraph Co, pero Vail se retira definitivamente a la vida privada, olvidandose para siempre de los asuntos del telégrafo.


Créditos: Fotografías y referencias extraídos de Google.

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